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lunes, 4 de enero de 2010

Cazadores de Sombras1-Ciudad de hueso


El beso. Comenzo asi...

-Pero es tan hermosa(Isabelle).-dijo Clary

-También lo eres tú-repuso él-, y muy diferente de cómo es ella, y ella no puede evitar darse cuenta de eso. Siempre ha querido ser menuda y delicada, ya sabes. Odia ser más alta que la mayoría de los chicos.

Clary no dijo nada, porque no tenía nada que decir. Hermosa. La había llamado hermosa. Nadie la había llamado eso antes, excepto su madre, lo que no contaba. Las madres estaban obligadas a pensar que sus hijas eran hermosas. Le miró fijamente.

-De acuerdo-contestó por fin.

Se sintió aliviada cuando su voz sonó normal. También fue un alivio apartar la mirada de él dándose la vuelta. La luna, directamente sobre sus cabezas, lo iluminaba todo casi como si fuera de día. Entre un paso y el siguiente vio el destello blanco de algo que había en el suelo: era el cuchillo que Jace estaba usando para cortar las manzanas, caído de costado. Se echó repentinamente atrás para no pisarlo, y su hombro chocó contra el del muchacho..., éste alargó una mano para sujetarla, justo cuando ella se daba la vuelta para disculparse, y entonces, ella se encontró de algún modo en círculo de sus brazos y él la besaba.
Al principio fue casi como si él no quisiera besarla: su boca era dura contra la de ella, inflexible; luego la rodeo con ambos brazos y la apretó contra sí. Sus labios se ablandaron. Ella percibió el rápido latido de su corazón, paladeó el dulce sabor a manzanas que él aún tenía en la boca. Enredó las manos en sus cabellos, tal y como había querido hacer desde la primera vez que le había visto, y éstos se enroscaron en los dedos, sedosos y finos. A Clary, le corazón le latía con fuerza, y había un tronar en los oídos, como de alas batiendo...
Jace se apartó de ella con una exclamación ahogada, aunque sus brazos siguieron rodeándola.

-No te asustes, pero tenemos público.

Clary volvío la cabeza. Posado en la de un árbol cercano estaba Hugo, comtemplándoles fijamete con sus ojillos brillantes y negros. Así que el ruido que había oído sí habían sido alas y no el sonido de una pasión enloquecida. Aquello era decepcionante.

-Si él está aquí, Hodge no estará lejos-masculló Jace entre dientes-.Deberíamos marcharnos.
-¿Te está espiando?-siseó Clary-.Hodge, quiero decir.
-No. Simplemente le gusta venir aquí a pensar. Es una pena..., estábamos teniendo una conversación tan entretenida-Rió en silencio.

Bajaron por donde habían subido, pero pareció un viaje totalmente distinto para Clary. Jace mantuvo la mano de Clary en la de él, enviándole diminutas descargas eléctricas que le subían y bajaban por las venas desde todos los puntos donde tocaba: los dedos, la muñeca, la palma de la mano...

.........

1 comentario:

  1. Me encanta Ciudad de Huesos y tambien Jace, ese es uno de mis momentos favoritos en el libro!!!
    Besos!!!

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